PLAZA DE MARIA PITA

La plaza del ayuntamiento de la ciudad, que lleva por nombre el de la mujer que impulsó la victoria de la ciudad contra los ingleses a los cuales mencioné con anterioridad. Aunque no siempre ha tenido ese nombre, pues en sus inicios fue llamada Plaza del Derribo, debido a que se edificó en el lugar resultante a la demolición de las murallas y después Plaza del Capitán Alesón, quien fue Capitán General durante la Guerra de Independencia, la de los Cien Mil Hijos de San Luis y la primera guerra carlista. Se trata de una plaza singular debido a que no está completamente cerrada por sus cuatro costados, como acostumbra a suceder en la mayoría de las plazas mayores de España, si no que el lado del Palacio Municipal queda semiabierto. Sus 11.200 metros cuadrados, no fueron pavimentados hasta 1987, hace poco más de treinta años.En esta plaza destacan principalmente dos monumentos, el primero la estatua de María Pita que tenemos justo a nuestro lado; la heroína aparece representada levantando la pica. Bajo ella hay un mapa de la ciudad en aquel entonces y representaciones de distintas escenas de la contienda y a sus pies hay un pebetero que se apaga solo de tres de la mañana a siete de la mañana. Además, cabe decir que ella no fue la única mujer que ayudó a salvar la Coruña, pues junto a ella estuvo un grupo de mujeres entre las que destacó Inés de Ben, la otra cara de la moneda, ya que no tuvo la suerte de ser reconocida como heroína pese a haber ayudado en las reparaciones de la muralla y haber puesto a disposición de los soldados todas las existencias de pólvora y cuerda de su negocio; esta pobre mujer olvidada por la historia acabaría muriendo en la indigencia, enferma y sola.

Lo otro que más llama la atención es el Palacio Municipal, donde se encuentra el ayuntamiento de la ciudad y que data de principios del siglo XX. Su creador Pedro Mariño lo creó con un estilo ecléctico y con huellas modernistas. En la fachada hay talladas cuatro estatuas de piedra blanca que representan las cuatro provincias gallegas A Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra. En la parte superior se puede ver el escudo de la ciudad flanqueado por dos matronas que para unos significa Paz e Industria y para otros Trabajo y Sabiduría, además de una leyenda con la siguiente inscripción:

muy noble y muy leal ciudad de La Coruña, cabeza, guarda y llave, fuerza y antemural del Reino de Galicia

En la Torre más alta se alberga el reloj y las campanas hechas de una aleación de bronce y estaño; pesan más de 1.600 kilos. En su interior se encuentra el Museo de los Relojes y la Galería de los alcaldes, un pasillo donde cada uno de los alcaldes de la ciudad tiene su retrato.

IGLESIA DE SAN JORGE

La fachada fue proyectada por Domingo de Andrade, autor de la Torre del Reloj de Santiago de Compostela, por lo que está claramente influenciada por el barroco compostelano, caracterizado por decoración con placas geométricas, cilindros y volutas. La iglesia de San Jorge tiene una historia compleja, ya que su construcción comenzó en 1693. Posteriormente, en 1766 se realiza su fachada exterior y hasta 1906 no se completa, pues faltaba la torre sur, que vemos a nuestra izquierda. La parroquia en sus inicios no se encontraba aquí, sino que estaba situada donde actualmente se encuentra el Teatro de Rosalía de Castro cerca de la Calle Real por la que pasamos antes. Comenzó siendo la iglesia del colegio de los jesuitas y más tarde la del convento de san Agustín hasta ahora. En su fachada podemos ver representado a San Jorge, flanqueado por Santa Lucía y Santa Margarita.


Lo más destacado y muchas veces desconocido de esta iglesia es que se trata de la primera en la cual se produjo un matrimonio LGTBI. Sus protagonistas fueron Marcela y Elisa, dos mujeres que, en 1901 momento en el cual las sufragistas de Europa estaban luchando por conseguir el voto femenino, decidieron casarse entre ellas para sorpresa de toda la ciudad. A día de hoy conocemos estos hechos gracias a periódicos de la época que lo relataban y que incluso incluían una fotografía, por lo que ambas mujeres debieron ser la comidilla de todos. Se enamoraron mientras eran maestras en Dumbría y organizaron la artimaña: Elisa decía que se iba a las Américas, mientras Marcela decía que se iba a casar con Mario un hermano de Elisa que volvía de Inglaterra (que no era más que Elisa caracterizada como un hombre). Por aquel momento, diferentes médicos llegaron a estudiar si se trataba o no de una mujer y el caso fue llevado a juicio, pero ellas ya se estaban escapando hacia Oporto en busca de una nueva vida, pero fueron encarceladas un breve tiempo; se rumorea que después de salir tuvieron una hija y emigraron a Buenos Aires donde se les pierde la pista. Basada en esta historia Isabel Coixet ha rodado una película en blanco y negro de la cual podemos disfrutar en Netflix y que nada más salir ya causó polémicas en países como Alemania pues intentaron eliminarla de un famoso festival de cine llamado Berlinale.

ISABEL-COIXET
Cartel Oficial de la Película Elisa y Marcela (NETFLIX)

PUERTA DE AIRES

Se trata de una de las puertas de la ciudad durante su época medieval de la muralla que protegía la ciudad entorno al siglo XIV. Es un lugar con vistas privilegiadas al Palacio Municipal que veremos en la última parada desde el cual se aprecia perfectamente la razón por la cual antes a la Cuidad Vieja o medieval, es decir, la que se encontraba dentro de las murallas y por la que acabamos de estar era denominada Ciudad Alta. Actualmente existe un ascensor que comunica ambas partes de la ciudad justo aquí al lado. 

Existen diferentes hipótesis acerca de la proveniencia del nombre de esta puerta. La forma más fácil de explicarlo sería diciendo que se llama Puerta de Aires porque hace mucho viento, pero no creo que sea históricamente acertado. Lo más probable es que sea porque aquí se situaba la casa o palacio de un señor feudal llamado Pedro Ares das Mariñas y que con el tiempo el nombre se haya ido degenerando.
Este lugar fue fundamental para la historia de la ciudad a finales del siglo XVI, en ese momento los ingleses también se encontraban en la ciudad, pero esta vez no para ayudarnos como en la Batalla de Elviña de la que hablamos en el Jardín de San Carlos, esta vez estaban contra nosotros. Los ingleses, dirigidos por Sir Francis Drake asediaron A Coruña como castigo por apoyar a la Armada Invencible (que en realidad no fue invencible) y la población coruñesa como respuesta se refugió tras los muros de la Ciudad Vieja.

Tras un largo tiempo de contienda, los ingleses ponen la artillería frente a Puerta de Aires y envían un tambor batiente para intimar la rendición; como respuesta un defensor dispara contra el tambor y lo derriba en tierra, ofensa que los ingleses entienden como una declaración formal de guerra. Así, abren fuego hasta que observan que en lo alto de la muralla hay un hombre ahorcado, era el autor de la muerte del tambor inglés, pues el capitán general había ordenado ajusticiar al autor de la muerte del tambor inglés siguiendo las normas del honor militar que entonces imperaba en toda guerra. Es, ante el inminente ataque inglés, cuando María Pita (heroína de la ciudad), adelantándose con una pica, derriba y mata al alférez inglés arrebatándole su bandera. A la vista de esta heroicidad, los ánimos abatidos de los coruñeses se transforman, lanzándose enardecidos sobre los enemigos que emprenden precipitadamente la huida.

Este fracaso le supone a Drake ser sometido en Inglaterra a un consejo de guerra para responder de las 1.500 bajas que había tenido en su expedición a La Coruña y ser separado del servicio durante cinco años. Murió dos años después de cumplir aquella rigurosa sentencia. Los ingleses, por su parte, nunca más volvieron a atacar la ciudad de La Coruña, ya que como dije anteriormente su siguiente visita fue para ayudarnos.

PLAZA DE SANTA BÁRBARA

Se trata en mi opinión de la plaza más acogedora de la ciudad, sensación que aumenta gracias a las acacias sobre todo en la época de primavera/verano cuando sus hojas están totalmente verdes.

En el centro de ella encontramos un cruceiro, una seña de identidad del paisaje gallego y de expresión de la devoción popular, suelen levantarse en cruces de caminos o cerca de iglesias y cementerios, y se dice que se construyen para pedir perdón por los pecados. En Galicia existen alrededor de unos 12.000 así que debemos haber pecado mucho a lo largo de la historia; aunque también se dice que sirve para proteger a los viajeros . Puede que en este caso quien necesitase protección fuese el propio cruceiro, ya que su cruz de piedra fue robada y la que podemos ver ahora es de cemento.

 

En esta plaza se encuentra el convento de las monjas clarisas (versión femenina de los franciscanos) igual que el de los dominicos que está a su lado. Antes se encontraba extramuros, ya que en origen los conventos no podían estar dentro de la ciudad. Nace como un beaterio, es decir como una reunión de mujeres seglares, pero no monjas como tal, aunque con los años fue evolucionando y en el siglo XV ya se reconoce como convento, las religiosas tuvieron que abandonar el edificio a ir a visitar a sus hermanas las Capuchinas en varias ocasiones entre las que destaca la ocupación francesa y la desamortización de Mendizábal, estos desalojos forzosos provocan prejuicios en el inmueble. Finalmente, a principios del siglo XX dejan la Orden Tercera, cuya iglesia está al lado del Jardín de San Carlos en el que estuvimos antes frente al museo militar y pasan a la orden de Santa Clara.

¿Alguna vez habéis escuchado ese refrán de “solo te acuerdas de Santa Bárbara cuando truena”? Como se puede ver en el relieve que encontramos tras pasar la puerta de entrada esta mártir es representada habitualmente sosteniendo una torre, y no se trata de la Torre de Hércules como mucha gente piensa, se trata de la torre en la cual se pasó la vida encerrada debido a la decisión de su padre. Mientras estaba allí dentro conoció la corriente cristiana gracias a un sacerdote que se hacía pasar por médico. La joven aprovechando que estaban haciendo obras en la torre pidió que por favor le añadiesen una ventana más a las dos que ya tenía. Cuando su padre le preguntó la razón y esta le contestó que era debido a la Santísima Trinidad decidió condenarla a muerte, pero como no le parecía suficiente fue el quien le cortó la cabeza. En el momento en el que eso sucedió un rayo lo fulminó, ese es el motivo por el que Santa Bárbara es patrona de los artilleros, bomberos, mineros y otras profesiones relacionadas con las explosiones.

En su interior también se encuentra el torno que permite comunicarse con las monjas de clausura, a las que es tradición llevar huevos como ofrenda para pedir que no llueva en algún evento especial, principalmente en bodas y o comprar dulces elaborados por ellas mismas

LAS GALERÍAS DE LA MARINA

La Avenida de la Marina es la fachada más emblemática y conocida de la ciudad -sin contar con la Torre de Hércules- y gracias a la cual recibe el nombre de Cuidad de Cristal, pues en ella encontramos uno de los mayores conjuntos acristalados del mundo.
Existen diferentes teorías a cerca de los orígenes de las conocidas galerías: la influencia de la arquitectura victoriana de mediados del siglo XIX, la adaptación de los puentes de mando de los navíos y la transformación de las terrazas en solanas donde se secaba el pescado y se hacían otro tipo de actividades sociales. Las galerías en realidad son la parte trasera de las viviendas de pescadores que tienen su entrada por Riego de Agua o la Plaza de María Pita que veremos en un rato y eran, por decirlo de alguna manera, el aire acondicionado de la época: aprovechaban la luz y el calor solar gracias al efecto invernadero en los días de invierno, mientras que en verano servía como cámara aislante.
Las galerías no siempre fueron bien vistas e incluso las autoridades locales intentaron limitar su uso o incluso prohibirlas a través de diferentes normativas. Fue en 1865 cuando Juan de Ciórraga, arquitecto municipal, llevó a cabo un plan constructivo, unificando el estilo y creando un conjunto más armónico . Este diseñó un modelo de soportal que imita un paseo cubierto a orillas del mar, ya que entonces llegaba hasta dicho punto; algunos muros todavía conservan argollas para el amarre.

A lo largo de todo el conjunto destacan sobre todo dos edificios, comenzaré por el más alejado a nosotros, por el que pasaremos más adelante y que se encuentra en otra de las entradas hacia la Plaza de María Pita. Es conocido como Casa Rey y se trata de uno de los edificios modernistas más importantes de la ciudad. Se caracteriza por las cabezas de cariátides que realizan el papel de ménsulas para sostener los balcones de la primera planta, formas curvas y onduladas a lo largo de la fachada y la combinación de vidrio con hierro forjado de la fundición Wonemburger, de las más importantes de la ciudad y de la cual aún podemos ver el nombre en muchas de las alcantarillas de la zona.


El otro edificio es el que tenemos enfrente y se diferencia de los demás justo por lo que estáis pensando, sí, en el color; por este motivo es por lo que recibe el nombre de diente de oro, ya que mientras el resto de las fachadas tienen galerías de madera blanca, las cuales serían los dientes, este en cambio es de color amarillo y al amanecer brilla entre los demás como si fuese de oro. A día de hoy se encuentra la heladería Ibi, que junto con La Italiana y La Colón, se trata de una de las más conocidas de la ciudad, pero con una peculiaridad, a pesar de que la empresa se crease en 1962 esta se dedicó hasta 2017 únicamente a la venta ambulante hasta que la legislación cambió y tuvieron que adaptarse; se han modernizado introduciendo nuevos sabores pero siguen haciéndolos de manera tradicional, destaca además que es un buen sitio de reunión donde esquivar el frío en invierno y el calor en verano gracias a que tiene una zona con juegos de mesa para todos los públicos.

 

CALLE REAL

Se trata de una de las calles más transitadas de la ciudad gracias a sus numerosos escaparates y a sus establecimientos hosteleros, aunque en la actualidad se encuentra en decadencia debido al auge de las grandes plataformas y los centros comerciales; como respuesta muchos edificios están en proceso de restauración. Sabemos que es una de las calles más antiguas de A Coruña, incluso más que las de la zona denominada Ciudad Alta o Cuidad Vieja, ya que es una vía de creación romana como aseguran los hallazgos de necrópolis a ambos lados de la calle. A lo largo de la historia ha tenido muchos nombres como Acevedo o Capitán General, pero al acabar la Guerra Civil en 1939 vuelve a recuperar el nombre de Rúa Real.

En esta calle de aproximadamente 300 metros encontramos representado el arte en muchas de sus diferentes formas:
Sargadelos es un tipo de cerámica artesanal gallega muy fácil de reconocer gracias a sus formas geométricas o de escenas tradicionales en colores azul y blanco principalmente, como podéis ver en el escaparate que tenemos aquí al lado. En su momento se trataba de una Fábrica Real a principios del siglo XIX, años después de su cierre Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane recuperan este tipo de artesanía, procedente de la zona de Cervo en Lugo, como símbolo de la memoria colectiva del pueblo gallego.

Picasso, el famoso pintor, realizó su primera exposición artística en el número 20 de esta misma
calle, esto se debe a que pasó en la ciudad cinco años de su vida, de los 9 a los 13 años, mientras su padre era profesor del Eusebio da Guarda en la Plaza de Pontevedra frente al cual se encuentra una escultura de su característica paloma de la paz. Durante su etapa coruñesa llevó a cabo su obra “La muchacha de los pies descalzos” tan importante que hasta forma parte de un capítulo de “Los Simpson”.

Cine París: En su origen fue una tienda de moda, pero en 1908 se remodeló como cine, siendo uno de los primeros locales estables con programación íntegramente dedicada al cine de toda Galicia. Fue en 1999, siendo el más antiguo de España en funcionamiento cuando, a su cierre, el magnate Amancio Ortega propietario del Grupo Inditex y vecino de la ciudad decida comprar el edificio para convertirlo en uno de sus miles de Pull & Bear.

El hombre del piano: La canción original Piano Man de Billy Joel, adaptada al castellano por
Ana Belén, describe a la perfección a José Manuel Portela un pianista que en su mejor momento llegó a compartir escenario con artistas de renombre como Rosendo y que ahora se gana la vida tocando en esta misma calle un teclado eléctrico que recarga cada noche en uno de los bares de la zona, ya se ha convertido en un elemento característico de la Calle Real que debemos aprovechar mientras sea de carne y hueso.

Irmandades da Fala, una organización nacionalista gallega que desarrolló acciones tanto políticas como culturales y literarias para Galicia, tenía su sede en el número 36 de esta misma calle, donde pese a que en la actualidad se trate de una joyería, una placa recuerda que en ese mismo lugar Anxel Casal fundó en 1927 la Editorial Nós, la cual publicaría obras fundamentales para la literatura gallega, como la revista que lleva su mismo nombre.

OBELISCO

Se trata del punto de encuentro por excelencia de la ciudad, todo coruñés que se precie ha quedado con sus amigos en el Obelisco, por ejemplo, la noche de fin de año y ha terminado no encontrándolos porque esto se llena de gente y es imposible ver a alguien. Otras ocasiones en las que se llena de manera brutal es en manifestaciones y/o concentraciones como por ejemplo la del pasado 8 de marzo, donde se congregaron alrededor de 40.000 personas, lo que significa más del 16% de la población.


Esta columna conmemorativa se conoce comúnmente como Obelisco, aunque la denominación sea errónea, pues estos se utilizaban en el Antiguo Egipto para homenajear a los faraones, aunque si se dice que la idea vino dada después de que uno de ellos pasase por el puerto de la ciudad en un barco destino a Francia . Fue erigida a principios del siglo XX en homenaje a un destacado político de la Restauración durante la regencia de María Cristina llamado Aureliano Linares Rivas, el mismo que tiene una estatua en la rosaleda donde comenzamos la visita y el responsable de la aprobación del proyecto de obra para el puerto coruñés. Sobre el capitel de esta columna corintia podemos ver dos cosas importantes: un reloj luminoso y una estación meteorológica. Nos centraremos en el reloj debido a sus curiosidades: es necesario darle cuerda cada semana, como no hay escalera para subir a la parte alta en caso de tener que reparar las esferas se necesita ayuda de los bomberos municipales, tiene 4 esferas ya que en el momento de su construcción marcaba las horas de A Coruña y de Madrid, pues existen 19 minutos y 20 segundos de diferencia horaria solar que no se tienen en cuenta desde la unificación de los horarios con la llegada del ferrocarril.
Un monumento al que si podemos denominar obelisco de la ciudad es el Millenium, situado en el paseo marítimo cerca del barrio de la Labañou, que fue diseñado para conmemorar el cambio de milenio y que, aunque los coruñeses le hayan cambiado el nombre por uno un poco más de andar por casa, “el pirulí” se trata de uno de los mejores lugares de la ciudad para contemplar cómo se esconde el sol por el horizonte.

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JARDINES DE MÉNDEZ NUÑEZ

Los Jardines de Méndez Núñez se crearon en el siglo XIX y están situados sobre un terreno ganado al mar rellenado con los restos de la antigua muralla que se derribaría tan solo unos años antes como símbolo de la búsqueda de libertad y de la cual solo nos quedan unos pequeños restos en el Rompeolas o Coraza que divide la playa de Riazor y la del Orzán. Durante esa época se crearon infinidad de jardines por diferentes ciudades por fin para uso y disfrute de toda la población y no solo para las clases apoderadas. Estos en concreto se inauguraron en 1868 y reciben su nombre en honor a Casto Méndez Núñez, un marino gallego conocido como “el héroe de Callao”, que capitaneó la victoria de la Armada Española en costas peruanas.

Se divide en tres zonas: la rosaleda donde se encuentra el monumento a Aureliano Linares Rivas, los jardines botánicos, zona central y más exótica con especies variadas de gran interés y riqueza floral entre cuya vegetación podemos encontrar monumentos dedicados a gallegos ilustres, considerándose un museo al aire libre y por último el paseo de palmeras donde se sitúan los kioskos y el palco de la música.

Esta siempre ha sido una zona social para los coruñeses, antes para familias y ahora para jóvenes de fiesta de noche, es la zona de botellón por excelencia debido a su proximidad con lo que llamamos Palexco (aunque en realidad este término se refiera al Palacio de Exposiciones y Congresos que se encuentra justo al lado) donde se encuentran las discotecas de moda: Amura, INN Club, Brit, My Dux y como no, Pelicano. Os recomiendo que conozcáis esa parte de la ciudad y comprobéis por vosotros mismos lo que dice la canción “Vivir na Coruña que bonito é, andar de parranda e durmir de pé”.

Destaca una curiosidad sobre el edificio modernista Kiosko Alfonso: en 1934 se creó dentro de él una sala de cine; pero no era una sala de cine como las que conocemos ahora sino que la pantalla era una tela colgada en el centro de la sala existiendo dos zonas de asientos, una a cada lado y con distintos precios, los que pagasen más tendrían la posibilidad de ver las imágenes al derecho mientras que los que pagasen la entrada barata lo verían al revés. Hoy en día este edificio se utiliza como sala de exposiciones abierta al público de forma gratuita.

LOS DISTINTOS NOMBRES DE LA CIUDAD

Voy a presentaros la ciudad a través de diferentes nombres por los que se la conoce, muchas veces en relación con los eslóganes utilizados por turismo coruña, lo que deja ver lo importante que es esta actividad para la ciudad: «Balcón del Atlántico», debido a ser una península situada en el Océano Atlántico; «Ciudad herculina», por la Torre de Hércules, único faro romano en funcionamiento en la actualidad y Patrimonio de la Humanidad desde el 27 de Junio de 2009; «Ciudad de Cristal» debido a la estampa más conocida después de la Torre, las cristaleras de la Marina que veremos en un rato, «Ciudad donde nadie es forastero» hace referencia al espíritu liberal y tolerante de los coruñeses con los extranjeros ya que lo vivieron en su propia piel o «Marineda» como le llamaba la escritora local Emilia Pardo Bazán, apodo que le copió el centro comercial. Actualmente se ha escogido la frase «Sempre aberta» que hace referencia también a la forma de ser de los coruñeses.

Pero el origen de la palabra Coruña, ¿de dónde viene? Existen muchas posibilidades, desde Columna, Corona, Colonia, o incluso la orden francesa de Cluny, pero según la última investigación procede de la palabra “Crunia”, término fenicio para designar cuerno, y con la llegada de los romanos fue transformándose hasta como la conocemos ahora.